‘El hombre invisible’: la nueva fórmula del clásico pone el acento en el terror doméstico y la paranoia con mensaje
A la nueva versión de ‘El hombre invisible’ se le pueden echar en cara muchas cosas, pero desde luego no que sea tibia. Llega con el propósito de plantear un giro radical a la historia clásica (de la que mantiene los suficientes elementos literales para, bueno, para seguir llamándose ‘El hombre invisible’), y lo hace con todas las consecuencias. Cambia el foco de atención, cambia la personalidad de villano y cambia el tono, que pasa a tener un sensacional componente de thriller de terror. El resultado está siendo celebrado, con toda justicia, como una buena prueba de que cuando los clásicos son reformulados con gusto y talento, bienvenida sea la fritanga.