La firma taiwanesa presenta su nuevo terminal, el U Ultra, de 5.7 pulgadas de pantalla, de diseño original y capacidades inteligentes como un nuevo asistente virtual basado en Inteligencia Artificial, así como la eliminación de la clavija de auriculares.
Los márgenes de beneficios y la gran competitividad que existe en el mercado de los teléfonos móviles inteligentes obliga a las marcas a tratar de diferenciarse de la competencia. Los dispositivos móviles son cada vez más parecidos. Los consumidores son más exigentes y quieren altas prestaciones a precios sustancialmente más bajos de lo que marcan algunas compañías. Pero el riesgo se paga, si no que se lo digan a LG en su coqueteo con la telefonía «modular» (que de modular poco). Y HTC, que tampoco está envuelta en grandes beneficios en este campo, ha decidido integrar una doble pantalla en su nueva propuesta, U Ultra, al estilo de otra de sus creaciones anteriores, el V20. Lo vuelve a intentar y puede que esta sea su última oportunidad en este negocio.
Se trata de un dispositivo de grandes dimensiones. Unas 5.7 pulgadas de pantalla y resolución Quad HD lo convierten en un aparato con una gran superficie para consumir contenidos audiovisuales. Un pequeño panel secundario, de tecnología OLED, y de 2 pulgadas está concebido para mostrar información útil como la hora, accesos rápidos o notificaciones. El tamaño sí importa y HTC es consciente que debe ofrecer un formato «phablet» que cada vez más se extiende entre los consumidores. De diseño original, el teléfono está envuelto en un cristal -habrá una versión con la trasera de zafiro- y bordes de aluminio. Esa combinación le confiere unos reflejos y elegancia muy interesantes, alejándose incluso del modelo «unibody» que impera hoy en día en los modelos más avanzados del mercado. Estará disponible en varios colores (blanco, azul, negro y rosa).
En cuanto a sus prestaciones y características técnicas, el U Ultra incorpora algunos de los componentes más potentes del mercado que, sobre el papel, puede garantizar un notable rendimiento. Hablamos de un procesador Snapdragon 821, fabricado por Qualcomm, que rueda a una velocidad de 2.15 GHz, aunque se trata del chip que montan algunos teléfonos de gama alta lanzados el pasado año. Le acompañan 4 GB de memoria RAM, demostrando que estos guarismos ya son más que habituales en la actualidad. Estará en dos versiones de 64 y 128 GB de capacidad.
HTC cayó un 35% el pasado año
HTC registró en 2016 una baja interanual en ventas del 35% y cayó el nivel más bajo en los últimos 12 años, según un comunicado de la empresa del 6 de enero, en el que reportó ventas consolidadas de 78.160 millones de dólares taiwaneses (2.440 millones de dólares) para el año.
La empresa taiwanesa, que fue una de las pioneras en la telefonía móvil, ha sufrido los embates de la competencia, por un lado, del iPhone de Apple y de los teléfonos de Samsung, y por el otro, de los teléfonos chinos, tales como Huawei y Xiaomi, que ya no sólo atraen por el precio sino también por las prestaciones.
Además de teléfonos móviles de marca propia, HTC fabrica teléfonos y tabletas para marcas internacionales, incluido Google, y también el dispositivo de realidad virtual HTC Vive, del que había vendido «mucho más de 140.000» unidades de enero a noviembre de 2016.
HTC, tras Sony y Oculus VR, es uno de los principales actores en la fabricación de dispositivos de realidad virtual, y lo seguirá siendo en 2017, según estudios del Instituto de Investigación de Topología taiwanés, que predijo se venderán unas 600.000 unidades del HTC Vive en 2017, 200.000 más que en 2016.