Así toma vida la «computadora cuántica de los pobres»: los bits probabilísticos pueden resolver «problemas cuánticos» sin serlo
Bertolt Brecht solía decir que una crisis ocurre cuando lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Si eso es cierto, podemos decir que la famosa transición entre la computación clásica y la computación cuántica es, y permitidme ponerme técnico, una crisis como un piano de cola.